viernes, 4 de marzo de 2011

Apostar a los jóvenes, discurso y realidad

La participación política de los jóvenes ha sido, sin lugar a dudas en la Argentina, una de las variables que más se ha repetido y que más ha sido buscada en los verdaderos cambios políticos que se han realizado a nivel nacional, y que han entablado nuevos rumbos progresistas y reformistas a nivel latinoamericano

















Desde la creación de los partidos de cuadros técnicos a los partidos de masas, la juventud siempre tuvo un papel preponderante a la hora de formar el sector vanguardista interno, que de una u otra forma expresaba y expresa en la actualidad, las actitudes de reconocimiento de valores y principios ideológicos por sobre el pragmatismo básico, direccionando de este modo el rumbo político a seguir, hasta a veces sin la venia de la dirigencia de turno. Como es común a todo concepto que tiende a generalizar un aspecto compartido, no siempre ha sido éste el caso, en lo que concierne a los rumbos progresistas que se puedan tomar, sobre todo si cometemos el error clásico de tomar conceptos actuales y trasladarlos directamente a los distintos segmentos de nuestra historia sin considerar su contexto idiosincrático y temporal.

Considerando la Generación del 37, la Generación del 80, la creación del Partido Socialista, de la UCR, y de la ideología anarquista que se dieron lugar en el siglo XIX, donde además de las obvias diferencias ideológicas y políticas que podamos llegar a tener con cada uno de estos ejemplos, no podemos omitir la impronta reformista que los ha revestido, y sobre todo el asentamiento en la franja etaria de la juventud que han tenido en su tiempo, principalmente desde el ámbito intelectual y universitario en esas épocas.

En la segunda mitad del siglo XX es donde vemos como la actitud y el accionar político de la juventud deja de lado su historia meramente reformista para instaurarse en un movimiento verdaderamente revolucionario y progresista como lo fue el nacimiento y la creación del justicialismo encabezado por Juan Domingo Perón , el cual incluye dentro de la construcción política del día a día a todos los sectores de la sociedad en lo que llamó “La Comunidad Organizada” , y que por medio de las medidas y políticas que abordó, supo incluir el factor de compromiso social, de defensa de los valores, principios y posturas, y la inquebrantable voluntad y fuerza que los jóvenes poseen por naturaleza (y que algunos aún no han sabido explotar).

Pero es en la resistencia, en la defensa con el cuerpo y alma , donde el sentimiento de la juventud supo como crecer y alcanzar la inmortalidad. Fue en la época de la proscripción, de los gobiernos de facto, en la época de las mayores injusticias, en la época de los genocidios, en la carnicería diaria que llevaban a cabo los traidores a la patria, donde los jóvenes le demostraron al mundo, que sus ideas, sus principios, sus valores, su Argentina, valían tanto como su vida, y que con ella (su vida) harían valer sus posturas, no solo en la participación, sino también en la lucha, no solo en el hablar, sino también en el hacer, no en el rendirse a lo inevitable, sino a prevalecer en lo imposible .

Desde la vuelta a la democracia, incontables fueron los discursos que aseveraban la importancia de la juventud, mientras la denigraban, mientras le quitaban los medios que tenían para educarse, para participar en la vida política, para vivir. Tratando de frivolizarla, de que se atengan solamente a las cuestiones superfluas de la vida, a que se comporten en su corta edad, alejados del compromiso social abordado por las generaciones que les precedieron. ¿Por qué?, porque no era conveniente, no entraba dentro de su proyecto individualizador y despolitizante la actitud guerrera, principista y revolucionaria que los caracteriza.

Desde el 2003, pero principalmente desde el 2007, la juventud vio en lo que antes era siempre el chivo expiatorio de todas las críticas al sistema (la figura presidencial y el gobierno de turno), como su forma de pensar, de expresarse, de actuar, se estaba llevando a cabo desde una estructura de poder. Los jóvenes vieron a Néstor Kirchner y a Cristina Fernández de Kirchner romper los lazos de dependencia humillante para con los poderes internacionales, cambiar y oponerse al status quo establecido tradicionalmente en nuestro país por décadas, renovar el verdadero nacionalismo y enorgullecer a los ciudadanos de ser argentinos, incluir a la sociedad en su conjunto a un proyecto de país nacional y popular con un compromiso social de hechos y no de palabras. Todo esto, que también fueron las cuestiones por las que en la mitad del siglo XX la juventud pasó a ser revolucionaria y progresista a nivel político, despertó nuevamente esa chispa inmortal que nuestros compañeros y compatriotas desaparecidos dejaron en nosotros para que continuemos su lucha.

El kirchnerismo, le dio a la juventud un ámbito en el cual fueron escuchados, pero no solamente escuchados, sino que los hicieron participes de las transformaciones sociales de la realidad que llevaban a cabo.

Santa Fe este año es el vivo ejemplo de esto, por primera vez en la historia de nuestro país, un dirigente político como es Agustín Rossi les ha brindado la oportunidad a los jóvenes para que sean verdaderos protagonistas del cambio que ellos querían realizar, y se ha conformado una lista a diputados provinciales hecha de pies a cabeza con candidatos jóvenes, con un promedio de edad de 28 años. No solamente fueron tenidos en cuenta el factor de la edad y de la militancia política en la disposición de los lugares en la lista “Jóvenes para la Victoria” , sino que también se ven representados en la misma distintos sectores de la sociedad que han sido excluidos de la vida política constantemente como lo son los pueblos originarios, organizaciones por la identidad sexual, organizaciones de defensa de los derechos humanos y más.

En fin, la oportunidad para que los jóvenes sean verdaderamente protagonistas en la política santafesina está más presente que nunca, ahora le toca el turno a la sociedad en decidir por medio del voto, si ésta renovación de caras y principios, valores y proyectos, de sangre joven e ideas frescas, es lo que necesita y quiere para los años venideros.

Ignacio Sponton
ignaciosponton@hotmail.com

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